Está frescolari. Está fresconcho. Fresconchísimo diría sho. Está fresco pa corpiño calau, pa pasear en jaulita, pa c**ear en ojota.
¨ Qué tiempo loooco! ¨ Dijo la Señora que barre la vereda. ¨ Y dicen que mañana jueves se viene el frío polar ¨, acotó un señor cualquiera, en un ascensor cualquiera, de un edificio cualquiera, de una ciudad cualquiera, dirijiéndose a Fulano de Tal. ¨ Cuando me hablan del clima, siempre pienso que me están queriendo decir otra cosa ¨ dijo OScar Wilde. Y tenía mucha verdát!
Ahorita bien, si el frío es lo que nos compete, creo que no hay nada peor...que el frío en el alma. No sabría bien describirlo. Pero siento su color, una gama del blanco al gris. Su frescura siniestra. Su aliento gélido, que penetra, de tanto en tanto mi ser. Y el de muchos de los seres que nos rodean. Frío en el alma...una expresión que de tan sencilla nos confunde y su significado se bifurca. O más bien...se multiplica, para dejarnos sin palabras ni entendimiento. Y éste tipo de frío es tan abstracto, que no podemos describirlo con facilidad, pero sí reconocerlo en los ojos de las gentes que caminan sin reparar en nada ni nadie. Sobre todo en las grandes ciudades, nunca se está tan sólo como cuando se está rodeado de gente desconocida. Esa frase no me pertenece, sinceramente no recuerdo donde la leí. Y no viene al caso...
Cómo sea...él frío en el alma...es de los peores....ya que no se quita arrimándose a una estufa. Ni envolviéndose con 5 bufandas, ni 3 pares de guantes........................................................................
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